¿A qué te dedicas exactamente? ¿Qué actividades desempeñas? A la hora de montar un negocio existen diversos aspectos que debemos tener en cuenta y uno de los más importantes es el Objeto Social.
El objeto social hace referencia a las actividades que realizarás como empresa. Necesitarás establecerlo claramente dado que la inscripción de tu negocio en el Registro Mercantil, por ejemplo, puede depender seriamente de ello.
¿Qué función cumple?
El objeto social de tu empresa es lo que se va a utilizar para definir la actividad que realizas, y en ocasiones, el tipo de empresa o sociedad que vas a constituir.
Su función principal es que el Registro Mercantil sepa a qué te dedicas y cuales son las actividades que realizas. Esta clasificación servirá, a su vez, para determinar qué tipo de IAE debes aportar a la administración.
¿Cómo se establece?
Una de las preguntas más recurrentes al respecto es: ¿Qué pasa si con el paso del tiempo cambia la actividad que realizo?
En primer lugar, lo más recomendable es definir un objeto social lo más amplio posible. Es normal que con los años (o incluso con los meses) descubras que ciertas actividades no son tan rentables como habías previsto, y que cambies un poco el rumbo de tu empresa. Intenta plasmar en el objeto social tus intereses presentes y futuros.
El hecho de incluir un amplio rango de actividades no implica que el objeto social sea difuso, y es que hay algo que no puede faltar: claridad. Puede llegar a ser contradictorio, ya que tienes que hacer una predicción y definirla claramente, pero si el objeto social no está bien definido, el Registro Mercantil no te lo aceptará. Para simplificar, contamos con los códigos del IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas) o del CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas), que nos permiten hacer la clasificación por epígrafes y de manera más formalizada.
¿Y si cambio mi actividad a algo que no predije inicialmente?
Aunque es un poco rollo, hay solución. Para cambiar tu objeto social debes hacer lo siguiente:
- Llegar a un acuerdo con toda la Junta de la empresa
- Llevar dicho acuerdo a la escritura pública
- Inscribir el nuevo objeto social en el Registro Mercantil
Para evitar todo este papeleo, intenta mirar a corto y largo plazo y establecer de forma clara qué actividades vas a desarrollar.
Las decisiones a la hora de empezar un negocio son muchas, y los documentos a llevar al día requieren tiempo y conocimientos previos. Si no tienes claro cómo abordarlos, contar con la ayuda de un asesor puede ser lo que buscas. Deja que te ayudemos a establecer tu negocio y llevarlo a lo más alto de la mano de profesionales.
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