La Sociedad Limitada Unipersonal (SLU) es una forma jurídica que cada vez es más popular entre los emprendedores y pequeños negocios. Y, al igual que una Sociedad Limitada (SL), protege el patrimonio personal de su fundador. La diferencia principal entre una y otra es que en una SLU solo hay una persona a cargo del negocio. En ella recaerán todos los beneficios de la actividad y también las responsabilidades derivadas. ¿Merece la pena? Vamos a tratar de dilucidarlo.
¿Qué es una Sociedad Limitada Unipersonal?
La SLU es una sociedad limitada en la que todas las acciones corresponden a una única persona, la cual puede ser jurídica o física. Dicho de otro modo, es una empresa de una única persona.
Para constituirla, el empresario ha de dejar constancia de cómo se constituye en el Registro Mercantil. Se tienen dos opciones:
- Que la funde un socio único desde un inicio.
- Que, de una empresa con varios socios, solo quede uno. Esto quiere decir que uno de ellos pasa a ser el propietario de todas las participaciones sociales.
Características de una SLU
Como hemos visto, el requisito principal es que la entidad la forme un miembro sobre el que recaerán todas las responsabilidades. No obstante, también tiene otras características:
- Es una sociedad con personalidad jurídica propia y carácter mercantil.
- Son necesarios, al menos, 3000 euros de capital inicial para su constitución.
- La constitución se puede realizar de forma presencial o telemática.
- Todo el capital social se concentra en la participación del socio fundador.
- Es necesario realizar una escritura pública y redactar unos estatutos que se presentarán, a posteriori, en el Registro Mercantil.
- En la inscripción registral de la sociedad se expresa la identidad del único socio.
- El socio se arroja las competencias de la Junta General y sus decisiones se consignarán en acta bajo su firma o, en su caso, la de su representante.
- Además del libro de registro de contratos, son necesarios los libros obligatorios de las sociedades de responsabilidad limitada.
¿Para qué sirven?
Una SLU se desarrolla cuando un empresario quiere llevar las riendas de su negocio de forma solitaria. Él será el único participante y pretende llevar al siguiente nivel su actividad profesional con un respaldo jurídico.
Dicho de otro modo, tiene como objetivo iniciar o continuar un negocio sujeto a la legalidad vigente. En su estructura solo hay un accionista y su constitución conlleva una serie de costes y trámites burocráticos.
¿En qué casos debe constituirse una Sociedad Limitada Unipersonal?
Si vas a empezar desde cero y no sabes qué forma jurídica escoger, puedes tener en cuenta lo siguiente:
- Los trámites y papeleos para darte de alta como autónomo son más sencillos, rápidos y su impacto económico es menor. Tan solo necesitarás darte de alta en Hacienda y la Seguridad Social, para lo cual es conveniente contar con tu Certificado Digital.
- Para llevar a cabo una SLU, además de los trámites anteriores son necesarios otros tantos:
- Solicitar un Certificado de Denominación Social en el Registro Mercantil para registrar el nombre de la sociedad.
- Abrir una cuenta bancaria a nombre de la sociedad y depositar en ella el capital social.
- Obtener el número de identificación fiscal o NIF.
- Redactar los estatutos de la sociedad.
- Presentar el Impuesto sobre Operaciones Societarias.
- Inscripción en el Registro Mercantil.
¿Cuánto cuesta crear una Sociedad Limitada Unipersonal?
En primer lugar, para fundar una SLU es necesario establecer un capital social que debe ser como mínimo de 3000 euros. Este se ingresa en una cuenta bancaria a nombre de la sociedad y se acredita ante notario, lo cual tiene una serie de costes.
Allí debes presentar tu identidad como socio único y dejar clara tu voluntad de constituir dicho tipo de sociedad. Siempre has de dejar constancia de cualquier tipo de aportación que realices y también has de redactar y elaborar los estatutos para que consten en documento público.
¿Qué datos no pueden faltar en dichos estatutos?
Es imprescindible indicar la denominación de la sociedad, el objeto social donde se detallen las actividades que lo integran y el domicilio social. De la misma manera, ha de reflejarse en la escritura el capital social que se aporta de forma personal.
Ventajas y desventajas de una SLU frente a un autónomo
La ventaja principal de una SLU es que tus bienes estarán protegidos frente a terceros y acreedores. Así, si no obtienes los ingresos que esperas, solo se verá afectado el capital empresarial, no el familiar.
Es una figura que da mucha confianza a los clientes, proveedores y público general debido a los requisitos que exige cumplir. Como consecuencia, da una imagen positiva al mercado que se puede traducir en los ingresos a corto, medio y largo plazo.
Por otro lado, no se emiten facturas en las que se retiene el IRPF ni se aplica el régimen del Recargo de Equivalencia. Tributas según el Impuesto de Sociedades, la responsabilidad se limita al capital aportado y tendrás una personalidad jurídica propia para tu negocio.
Desventajas de una SLU frente a un autónomo
La desventaja principal es la misma que la mayor ventaja, siempre serás la única persona dentro de la empresa. Además, los trámites de constitución son más largos y tienen un coste.
Por otro lado, tendrás obligaciones adicionales de registro y presentación de cuentas. Las obligaciones contables y las gestiones son más estrictas en una SLU.
En cuanto a la proyección del negocio, esta es más compleja, puesto que es posible que se necesite un equipo de trabajo para crecer. En este sentido, este tipo de sociedades son perfectas para los profesionales independientes.
¿Te conviene crear una Sociedad Limitada Unipersonal o, por otro lado, es mejor que seas autónomo? Si todavía te queda alguna duda, ponte en contacto en nuestra gestoría online. En Finutive disponemos de profesionales especializados que analizarán tu caso y podrán asesorarte según lo que más te convenga.