¿Quieres tener un local público para ofrecer tus servicios o productos? Una vez que te has dado de alta como autónomo o has constituido una Sociedad Limitada, necesitas solicitar la licencia de apertura y actividad. Te contamos qué es y cómo puedes solicitarla.
Qué es una licencia de actividad
Las licencias de actividad son municipales y debe tenerlas cualquier tipo de oficina, nave o local que quiera ejercer una actividad. Esta puede ser comercial, de servicios o industrial. El motivo de su existencia es tener la certeza de que el local cumple con todas las exigencias legales.
Las licencias no se conceden al local en cuestión, sino al dueño del negocio que se desarrolla. Por tanto, en caso de que se cambie de dueño, de actividad o se modifique el establecimiento, será necesario volver a solicitarlas.
En el año 2012 se realizaron una serie de modificaciones en la normativa para una licencia de actividad. Desde entonces, solo es obligatoria en locales que tengan una superficie superior a 300 metros o que perjudiquen a patrimonio histórico, seguridad o salud pública o medioambiente.
Así, en caso de que tu local no esté englobado en las anteriores circunstancias, tan solo tendrás que realizar una Declaración Responsable. Del mismo modo, si se traspasa un negocio y se está en el grupo anterior, tampoco será necesario solicitar la licencia de actividad. Siempre que no se realicen obras, bastará con una Declaración Responsable.
Licencia de apertura y licencia de actividad
En función del grado de riesgo, daño y molestia que tu actividad pueda provocar, podemos diferenciar dos tipos de licencias:
- Actividades inocuas. Se consideran como tal aquellas actividades que no producen un impacto significativo negativo a nivel público o medioambiental. En este grupo se engloban pequeñas tiendas de moda o de productos de alimentación no perecederos y oficinas que presten diferentes tipos de servicios.
- Actividades calificadas. En esta categoría se engloban aquellas que se consideran nocivas, molestas, insalubres o peligrosas. En cualquiera de ellas se deben adoptar medidas correctivas sanitarias, medioambientales o de seguridad. Además, muchas de estas actividades solo se pueden realizar en suelo industrial.
Por otro lado, no podemos olvidar aquellas actividades profesionales artísticas y artesanales que se desarrollan en un domicilio. Estas estarán exentas siempre y cuando no se genere una venta o atención directa al público y no cause molestias a los vecinos. De hecho, en función de la actividad será necesario solicitar autorización a la propia comunidad de propietarios y cumplir los requisitos pertinentes.
¿Cómo solicitar la licencia de apertura y actividad?
El procedimiento habitual tiene 5 pasos:
- Elaboración del informe técnico o proyecto.
- Visado del mismo por el correspondiente colegio oficial, lo que también conlleva un pago de tasas.
- Pago de las tasas municipales que correspondan.
- Presentación de la declaración responsable y solicitud de licencia de apertura en las áreas de urbanismo o medioambiente del ayuntamiento.
- Inspección de un técnico del ayuntamiento para ratificar la concesión de la licencia de apertura.
La resolución puede tardar unos cuantos meses o, incluso, llegar a un año. Por eso, conviene tener solicitada la licencia y cumplir con todos los requisitos exigidos para tu actividad. En caso contrario, estarás obligado a subsanar las deficiencias detectadas en la inspección técnica y, si procede, afrontar una sanción.
¿Cuáles son las claves para conseguir un permiso de apertura?
En cualquier tipo de actividad, debes prestar especial atención a los siguientes asuntos:
- Contar con un permiso o licencia de obra que te permita realizar reformas.
- Garantizar el acceso a tu local a las personas discapacitadas o con necesidades especiales.
- Si tu local va a albergar un bar, discoteca o taller, será necesario que instales un buen sistema de insonorización.
- No puedes abrir un negocio en el que se utilicen alimentos o que se dedique a venderlos si no dispones del carnet de higiene y manipulación de alimentos.
Cuánto cuesta una licencia de apertura
Para calcular el coste de una licencia de apertura, tienes que contar con dos elementos:
- Tasa del ayuntamiento. Esta tasa va a depender de varios factores: tipo de actividad, tamaño del local y relevancia comercial de la calle. Como es lógico, cuanto más relevante sea una calle y más grande sea el local, mayor será la tasa a abonar. El precio también va a depender de la localidad en la que te encuentres, pues en pequeños municipios y para actividades inocuas puede ser una cantidad mínima y en ciudades como Madrid puede superar los 1000 euros en calificadas.
- Coste del proyecto técnico. Al coste anterior se ha de sumar el coste de este informe. En función de la complejidad del proyecto y del profesional al que se le confíe, su coste puede oscilar entre 600 y 1000 euros para actividades inocuas. Para actividades calificadas el precio puede doblarse. Asimismo, en proyectos que necesiten permisos especiales o en los que haya que realizar obras, el coste puede ascender a los 10.000 euros.
A pesar de las citadas modificaciones en el año 2012, para lo denominado como licencias express sigue siendo necesaria la licencia de apertura. No obstante, con la declaración responsable, el informe técnico y el pago de las tasas municipales puedes comenzar tu actividad. Eso sí, te mantendrás a la espera de recibir la licencia de apertura definitiva, tras las pertinentes inspecciones del ayuntamiento.
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