Todo emprendedor necesita una idea, ganas y una buena ejecución para poner en marcha su negocio. Pero hay otra parte crucial que no podemos olvidar: financiación. La mayoría de emprendedores no disponen de todo el dinero necesario para empezar o mantener financiadas nuestras operaciones.
¿Eres uno de ellos? Pues bien, vamos a ver qué podemos hacer.
Existen muchas formas de financiar tu negocio y diferentes fórmulas de financiación que deben ser elegidas según las necesidades que tengas.
Por ejemplo, los préstamos bancarios con tiempos de devolución superiores a un año, son ideales para las inversiones a largo plazo. Por otro lado, las pólizas de crédito son mejores para financiar circulantes.
Antes de nada, queremos avisarte de que hemos hecho una segunda versión más gráfica de esta lección del Curso de Finanzas, quizás te interese más.
Las fuentes de financiación
A continuación, recopilamos para ti las formas de financiar tu negocio que debes conocer antes de tomar una decisión.
Líneas de anticipo de factura
Contra esta línea podremos presentar las facturas de nuestros clientes. Tras esto, la entidad financiera pasará a realizarnos el abono de esta cantidad en cuenta, menos intereses y comisiones.
Una fuente más de financiación a corto plazo que está siendo muy utilizada por las pymes
No obstante, tendremos que seguir teniendo la fecha de vencimiento de factura en mente porque si nuestro cliente no paga a la entidad que tiene ahora el derecho de cobro, lo más seguro es que dicha entidad que realizó el anticipo nos reclame el pago (anticipo con recurso). Este tipo de financiación se puede obtener si cobramos a nuestros clientes emitiendo facturas y no por medio de cheque o pagaré.
Dado que las entidades tienen que estudiar tu riesgo y el de tus clientes, cada vez les cuesta más conceder estas líneas de anticipo de facturas, sobre todo si tus clientes son pequeños y tienes muchos.
Para asegurarnos que nos conceden la posibilidad de anticipar facturas, lo mejor es que lo hagamos sólo cuando tengamos pocos clientes, muy grandes y cuya solvencia esté casi pre-probada (multinacionales por ejemplo).
Factoring
Factoring es otra forma de financiar tu negocio, que consiste en la cesión del derecho del cobro de tus facturas a otra entidad, pudiendo su importe ser anticipado.
No lo confundas con confirming. El confirming gestiona pagos, no cobros.
En esta opción, puedes optar por solicitar a la entidad bancaria el adelanto por su parte de la cantidad de las facturas que tienes a cobrar. Aunque comparte muchas características con las líneas de anticipo de facturas tradicionales, hay ciertas diferencias entre ambos:
- El factoring es un contrato rígido, normalmente de mayor duración. La entidad financiera con la que lo firmes, después de aceptar a tus clientes, pasará a gestionar los cobros ella misma y tú tendrás entonces la opción de anticiparlos
- Las comisiones por servicio de factoring suelen afectar a todas las operaciones comprendidas en el contrato.
Esta forma de financiación se encuentra sujeta al cobro de comisiones. También debes contar con los intereses, que dependerán de la cantidad de dinero que te están descontando y del número de días que falten hasta el vencimiento de las facturas desde que lo adelantas.
Así mismo, el factoring puede ser con recurso o sin recurso.
En el factoring sin recurso el banco asume el riesgo en el caso de que el cliente incumpla con el pago de la factura. Por otro lado, con el factoring con recurso, tú debes asumir los compromisos de pagos con el banco en el caso de incumplimiento por parte de tu cliente.
El recurso o no recurso dependerá del análisis de riesgo que haga el banco de tus clientes, viendo la probabilidad de impago de estos.
Línea de crédito
Las pólizas o cuentas de crédito son otra forma de financiación, pero a corto plazo, que te ofrecen las entidades bancarias. Con las líneas de crédito el banco le brinda a tu negocio la posibilidad de acceder a una cierta cantidad de dinero durante un periodo determinado. Esta cantidad estará a tu disposición siempre que la necesites (dentro del periodo de tiempo establecido).
Esta forma de financiación es ideal cuando tienes falta de liquidez discontinuamente y en repetidas ocasiones.
Es decir, es muy útil si tienes un descuadre entre los tiempos de cobro de clientes y las facturas de proveedores.
Este método de financiación está sujeto al cobro de comisiones e intereses. Estos dependen de la cantidad de dinero que utilices y el tiempo que tardes en retribuir el dinero en la propia póliza.
Además de las comisiones habituales, el principal coste es el interés que te cobran por el dinero que debes (has retirado de la póliza) calculado sobre los días que hayas dispuesto de esta cantidad.
Adicionalmente, en España, algunas entidades bancarias suelen cobrar intereses por el dinero del que no dispones. Esto quiere decir que todo lo que no utilices de esa cantidad ofrecida por el banco está sujeta a interés. Aún así, este interés por el monto no dispuesto no es para nada tan elevado como el que te cobran por el dispuesto.
La idea de esta fórmula de financiación es brindar a tu negocio un soporte de dinero que puedes usar cuando lo requieras para financiar tus operaciones, y que pagarás con la mayor brevedad posible.
Financiación por préstamos bancarios
Un préstamo bancario siempre será una opción para financiar tu pequeño negocio. Muchas pequeñas empresas acuden a la entidad bancaria para solicitar la financiación que necesitan para comenzar o simplemente para hacer crecer su proyecto.
Sin embargo, si estas comenzando en tu proyecto, ten en cuenta que para acceder a un crédito bancario debes tener un plan de negocio atractivo, que le muestre al banco que tu idea tiene buenas bases para llegar a ser todo un éxito. Además, sabrás que, si no tienes un aval, difícilmente te querrán prestar dinero.
Por otra parte, si eres un propietario o empresario con un negocio ya consolidado y necesitas financiación para realizar algún plan de expansión, inversión, contratación, entre otros, lo que debes entregar es un plan de viabilidad de esta inversión para el banco.
Recuerda, que el banco necesita asegurarse de que puedes cumplir con la responsabilidad que estás a punto de adquirir.
Ahora bien, antes de seleccionar el banco donde solicitar tu crédito, te recomendamos que analices los tipos de interés, tarifas, requisitos, y plazos de financiación que ofrece cada entidad. De este modo podrás seleccionar la opción que mejor se adapte a tus necesidades.
Líneas de descuento
Las líneas de descuentos son parecidas al factoring, pero en esta forma de financiación el banco te adelantará el pago tus recibos, letras de cambio, pagarés no vencidos, etc. para que puedas disponer de tu dinero rápidamente. Eso sí, con un descuento.
Las líneas de descuentos también demandan el pago de intereses y comisiones que dependen del monto descontado y del tiempo que tarde el banco en recuperar el dinero.
Esta forma de financiar tu negocio es ideal para disponer de dinero a corto plazo. No obstante, también estará sujeto a análisis de riesgo por parte del banco ya que se tendrá que asegurar que los cheques, recibos etc. que descuentas, los descuentas porque efectivamente tus clientes pagan tarde y no porque no pagan.
Líneas de financiación de proveedores
Tanto bancos como las fintech – compañías tecnológicas 100% digitales que ofrecen servicios financieros- ofrecen la posibilidad de abrir una línea de financiación de proveedores.
En este tipo de línea, la entidad financiera estudia nuestro riesgo y solvencia (nuestra capacidad de convertir en cobros nuestra compra de mercaderías).
Cada compra que realicemos y factura que se nos emita la podremos presentar ante la línea de financiación de proveedores. El banco o plataforma fintech nos emitirá un abono por la cantidad de la factura, y nosotros emitimos el pago a nuestro proveedor. De este modo, el banco nos ayuda a pagar a nuestros proveedores a tiempo.
Para conseguir beneficio, el banco nos cargará la comisión y la cantidad de la factura en el momento de vencimiento (número de días estará pactado con el banco dependiendo de la línea).
Las entidades financieras (bancos o fintech) no deberían poner problemas concediendo una línea de financiación de proveedores si somos solventes. Aquí, frente a otras fórmulas de financiación, el riesgo de la entidad recae sobre nosotros. No depende de que nuestros clientes nos paguen, sino que nos harán el cargo a nosotros pasado el vencimiento.
Hay que intentar conocer aquí el ciclo medio de maduración que tenemos, es decir, cuánto tardamos en convertir las mercaderías que compramos en cobros de nuestros clientes.
Lo anterior nos servirá para pedir un plazo de financiación de compras superior a lo que tardamos en cobrar nuestras facturas.
Ahora ya conoces algunas de las formas de financiación utilizadas por pequeños negocios. Todas estas son soluciones de financiación válidas, pero recuerda, no es necesario acudir a una entidad bancaria para utilizar estas fórmulas.
Hay un gran abanico de empresas digitales que proveen este tipo de servicios financieros, las denominadas “Fintech”.
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Vamos, ¡la parte chula de las finanzas!