Todos reconocemos la manzana de Apple, el “tic” de Nike y la “M” del McDonalds. Pero, ¿cómo han hecho estas empresas que sus logos sean reconocidos a nivel mundial? A mi parecer, este es uno de los pasos más divertidos, y a la vez más complejos a la hora de montar una marca. ¿Por qué lo digo?
Un logo, como seguro que sabéis, es una representación tipográfica de la empresa. Es decir, un símbolo o texto mediante el que los consumidores identifican tu empresa. Es crucial en tu imagen corporativa.
¿Quieres un logo que tenga éxito?
A la hora de montar tu empresa, quieres que tu logo sea atractivo y memorable. Al fin y al cabo, ¿quién no quiere ser tan reconocido como la famosa manzana? Aunque hay muchos factores dentro del éxito de tu logo (como el éxito de tu empresa), hay ciertas pautas que te ayudan a crear un logo con mucho potencial. El logotipo debe ser:
- Reproducible (que se pueda adaptar a diversos formatos)
- Escalable (que se pueda agrandar o reducir)
- Legible
- Distinguible (si se parece mucho a otro logo, tendrás serios problemas con el posicionamiento de tu marca)
- Memorable (algo llamativo y original es mucho más fácil de recordar)
- Sencillo
- Atemporal
¿Por qué es tan importante el logo?
Puede que la pregunta que tengáis en mente ahora mismo sea: ¿por qué se le da tanta importancia al logo?
Es cierto que lo principal para que tu empresa (y tu logo) tengan éxito es que consigas escalar tu negocio, y desarrolles una actividad económica exitosa en sí. De todos modos, el logo va a ser el medio por el que el público te va a identificar de la competencia. Es tu sello de identidad, y si no consigues que el público lo asocie a tu empresa, vas a perder la oportunidad de crecer mucho más deprisa.
¿Se puede cambiar el logo una vez establecido?
Este paso conlleva riesgos, ya que puede que tus clientes y el público que ya reconoce tu logo no conecten tan bien con la nueva creación. No obstante, también puede ser una oportunidad increíble para captar la atención de un público más amplio, renovar tu imagen y modernizarla.
Como regla general, si te gusta tu logo, tiene un buen posicionamiento y refleja bien la situación actual de tu empresa, no te recomiendo cambiarlo. Por otro lado, existen ciertas ocasiones en las que la recomendación es todo lo contrario:
- Tu logo está creado con un programa antiguo y poco profesional. Esto puede derivar en que tenga mala calidad, no se pueda aumentar o cambiar de formato. Dado que la imagen de tu logo es lo principal, este es un caso claro en el que cambiar el logo, o por lo menos rehacerlo en un programa profesional, es necesario.
- Si tu logo se ha vuelto anticuado y ya no va acorde con los valores de la empresa, cambiarlo es la opción correcta. Nuestro gigante Apple fue uno de los que cambió su logo en 1998 para modernizarlo.
- Si simplemente no te gusta tu logo y no estás a gusto con él.
En resumidas cuentas
Recuerda que tu logo refleja una parte crucial de tu imagen corporativa. Intenta no caer demasiado en las modas, y diseñar uno que se adapte a la esencia de tu negocio, y a la actividad que desarrollas. Si no tienes mucha idea sobre diseño y quieres asegurarte de la viabilidad de tu logo, contar con un profesional puede ser el camino más adecuado.
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