El contrato fijo discontinuo es un tipo de contrato aplicable a trabajos que no duran todo un año, pero cuyos periodos de actividad son estables.
Los ejemplos más típicos se encuentran en el sector de hostelería o en los sectores altamente relacionados con el turismo. Dependiendo de la época del año el puesto de trabajo estará disponible o no, pero el periodo de actividad se repite a través de los años de manera estable.
Funcionamiento
Con este tipo de contrato, el trabajador tendrá un contrato indefinido durante el periodo de actividad de su empleo. A su vez, mientras no trabaje podrá cobrar la prestación por desempleo. Tendrá por tanto un contrato con sucesivos llamamientos.
Pongamos por ejemplo un trabajador en una estación de esquí. La estación abre todos los años, pero solo durante la temporada de invierno. Por lo tanto, los servicios de dicho trabajador serán requeridos todos los años en la temporada de esquí. También se puede dar el caso de un trabajo que no se realiza en base a las estaciones del año, si no a la necesidad de la empresa. En este último caso el trabajador será llamado cuando la actividad se realice. Ejemplos de esta situación se pueden ver en organizadores de eventos, campamentos, etc. que se realicen todos los años.
Este tipo de contrato establece cierta seguridad para el trabajador, ya que por lo general, siempre que se realice la actividad la empresa contará con él. Los llamamientos por parte de la empresa van en base a la antigüedad de los trabajadores. Es decir, se llamará primero a los de más antigüedad. De lo contrario, dichos empleados tendrán el derecho de hacer una reclamación a la empresa. Durante el periodo de inactividad el trabajador podrá buscar otro empleo o cobrar el paro.
El llamamiento por parte de la empresa
El llamamiento es la parte clave del contrato. Es el momento en el que comienza el periodo de actividad y los empleados son llamados a trabajar. Solo hay tres situaciones bajo las cuales el trabajador puede no acudir tras el mismo:
- Causas de fuerza mayor
- Baja laboral justificada
- Baja voluntaria
La tercera situación va acompañada por la cancelación del contrato de manera automática, ya que el trabajador decide no acudir a trabajar en el periodo de actividad.
Incentivos para las empresas
Esta modalidad de contrato viene ligada de muchos beneficios para las empresas. Con un contrato fijo discontinuo, la empresa cuenta con la comodidad de tener una plantilla fija de trabajadores. Esto le permite conocer a sus empleados y saber que serán los mismos todos los años. En términos de experiencia de los trabajadores, esto es un gran incentivo.
Otro gran beneficio es que la empresa solo les tiene que pagar un salario durante el periodo de actividad. El resto del tiempo los empleados pueden buscar otro trabajo o cobrar el paro. La empresa, por lo tanto, no se encargará de su remuneración.
Por maravillosos que parezcan estos contratos, también tienen una parte de crítica pública. Son tachados por algunos de ofrecer sobre-protección a los trabajadores y disminuir su interés por buscar otros empleos en las épocas inactivas del servicio. Mientras los trabajadores no son llamados por la empresa, pueden cobrar el paro sabiendo que volverán a trabajar el ciclo siguiente. Por lo tanto, la motivación para buscar otro empleo es menor.
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