#23 Curso de Finanzas - FacturaDirecta: 7 estrategias prácticas para no pasarte 12 horas en tu negocio

Para muchos pequeños empresarios, la idea de trabajar solo 40 horas a la semana suena a algo imposible. Trabajar 12 horas diarias, a costa de la propia salud, parece lo normal y la única forma de conseguir que un pequeño negocio siga adelante.

Pero esto es un mito y, en este artículo, te daré argumentos para que dejes de sentirte culpable cuando hagas lo que tienes que hacer: trabajar 40 horas semanales.

 

¿Trabajar más horas es el camino?

Para nada. La respuesta es un no rotundo. Trabajar muchas horas es negativo para tu productividad, y peor aún, es perjudicial para tu salud.

Pero no tienes que creerme a mi, no me conoces de nada, es mejor que des un vistazo a los estudios científicos que me dan la razón. Estas son algunas de la consecuencias que puede tener trabajar demasiado, por ejemplo:

  • Estudio 1: Las personas que trabajan más de 11 horas diarias tiene 2,5 más posibilidades de desarrollar una depresión que aquellos que trabajan 8h/día de media.
  •  Estudio 2: Trabajar más de 6 horas diarias sentado, está asociado con un mayor riesgo de enfermedades metabólicas, obesidad, cáncer, diabetes…

Y esto es lo que pasa con tu productividad si trabajas demasiadas horas:

  •  Estudio 3:  Este estudio demuestra que la mejor productividad se obtiene cuando trabajas 40 horas a la semana y 8 horas al día.

 

¿Cuál es el camino entonces?

Toma como referencia el tiempo que dedicas a cualquiera de tus tareas. Ahora imagina que puedes completar la misma tarea en menos tiempo y cobrar lo mismo. ¿Suena bien verdad?

Este es el poder de mejorar tu productividad:

  • No tener que estar siempre en el trabajo.
  • No tener que destruir tu salud para tener un negocio rentable.

Pero… ¿Cómo lograrlo? ¿Por dónde empezar? Pues haciendo algo parecido a esto?

 

1. Evita las reuniones

La mayoría de las empresas hacen reuniones sin analizar si son un instrumento útil para su negocio, por pura inercia. Esto resulta especialmente nocivo para la productividad, porque las reuniones queman mucho, mucho, mucho tiempo.

Estos son lo motivos:

  •     Requieren una preparación previa que nadie hace.
  •     Parten tu jornada laboral e interrumpen tu flujo natural de trabajo.
  •     Normalmente hay una persona que hace perder el tiempo a todo el mundo contando sus problemas personales, chistes o su vida.
  •     Se van por las ramas muy a menudo, alejándose del tema que se iba a discutir.
  •     Tienden hacia la discusión de conceptos abstractos, en lugar de hablar de cosas y concretas y reales.

Y las reuniones con clientes, son aún peores… porque no puedes dar por cerrada la reunión hasta que tu cliente se sienta satisfecho. Y hay algunos clientes que nunca tienen prisa.

Cada minuto que dedicas a una reunión es un minuto que no dedicas a cerrar tareas. De modo que la mejor manera de ser productivo, es evitar a toda costa las reuniones y solo reunirse cuando sea estrictamente necesario.

 

2. Elige bien cuando tomar café o té

Cuando nos levantamos por la mañana, experimentamos una subida de un 50% de Cortisol en sangre que se prolonga hasta 30-60 minutos después. Como consecuencia, nuestro cuerpo se pone en estado de alerta porque el Cortisol provoca un incremento de la temperatura corporal y de la frecuencia cardíaca.

Así pues, por la mañana, justo cuando te levantas, es cuando menos necesitas un café o un té. Tu cuerpo ya se encarga de activarte.

¿Esto significa que debes dejar la cafeína o la teína? No. Simplemente significa que debes elegir mejor en qué momento del día la tomas.

La idea es sencilla, tomar un estimulante cuando tu cuerpo lo necesita: en el momento que el cortisol en sangre baja sus concentraciones. Así te mantendrás activo/a durante todo el día.

 

3. Evita el perfeccionismo

El exceso de perfeccionismo es un enemigo de la productividad muy claro. Debes asumir que nunca alcanzarás la perfección, por más que intentes dejar perfectos hasta los flecos más insignificantes de todas tus tareas.

Es mucho mejor intentar conseguir siempre la excelencia.

Por ejemplo, en lugar de dedicar tu tiempo a comprobar dos veces el trabajo. Puedes invertir este mismo tiempo en mejorar los procesos para reducir los errores humanos.

 

4. Usa la estrategia del 50-20-50

El time tracking es una herramienta poderosa para controlar el tiempo que dedicas a cada tarea. Pero además, es también una muy buena herramienta para mejorar tu productividad.

Una forma de usarla, es la estrategia del 50-20-50.

Consiste en dedicar 50 minutos a trabajar intensamente, hacer una pausa de 20 minutos y luego repetir una sesión de 50 minutos más de trabajo intenso. Y así, alternando estos espacios de trabajo y de descanso durante toda la jornada de 8 horas.

 

5. Adapta las tareas a tu biorritmo

A lo largo de un día, hay momentos en los que te es más fácil concentrarte y otros en los que te resulta francamente difícil. Hay quien es nocturno/a y quien, como yo, es mucho más productivo por la mañana.

A mi me resulta mucho más fácil concentrarme y ser creativo durante las primeras horas del día. Por la tarde, en cambio, me cuesta mucho más. Por este motivo me agendo las tareas que requieren más concentración o creatividad por la mañana, y dejo las que son más repetitivas por la tarde.

Si distribuyes tus tareas en función de tus biorritmos, vas a mejorar mucho tu productividad.

 

6. Sácate tareas de encima

Una de las primeras reglas de la productividad es preguntarte, a ti mismo/a, si las tareas que desempeñas son realmente necesariasY en el caso que sean necesarias, si eres tú quien debe llevar estas tareas a cabo.

Si no es así, puedes eliminarlas de tu día a día:

  •     Automatizando tareas con un programa de facturación online e integraciones mediante Zapier.
  •     Externalizando tareas a freelancers, profesionales u otros miembros de tu equipo.

Centra tu esfuerzo en aquello que es esencial.

 

7. Bloquea franjas de tiempo

Bloquear franjas de tiempo en tu agenda parece una estrategia muy sencilla e incluso rupestre, pero resulta tremendamente efectiva para mejorar la productividad.

La idea básica de esta estrategia es repartir tu tiempo en bloques. De esta forma, consigues estar enfocado siempre en lo que debes hacer en cada momento y evitas perder tiempo e indecisiones.

El funcionamiento es el siguiente:

  • Decides qué tareas quieres hacer aquél día.
  • Bloqueas franjas horarias para cada una de las tareas a realizar.

Lo bueno de esta estrategia es que no requiere ningún programa, la puedes llevar a cabo con tu Google Calendar o incluso con tu agenda de papel.

 

Conclusión

El futuro de tu negocio no puede depender única y exclusivamente de las horas que le dediques. No es sostenible y acabará con tu salud y, por supuesto, también con tu negocio.

El camino es racionalizar tus tareas, aumentar tu productividad y conseguir hacer más trabajo en menos tiempo. Para lograrlo, pueden resultarte muy útiles las estrategias que te he comentado en este post.

¡Suerte con tu negocio!


Anexo 23 – FacturaDirecta

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