En el artículo de hoy hablamos sobre las inspecciones de trabajo. ¿Has vivido alguna en tu empresa o centro de trabajo? Si ese fue el caso y quieres saber si hiciste todo correctamente o puedes mejorar algo, este artículo te puede parecer interesante. En cambio si nunca has tenido una, es aún más importante que sepas en qué consiste. Además de saber cómo debes afrontarla si no quieres que se convierta en una experiencia problemática. Hablamos de experiencia problemática, pues las sanciones en esta materia son cantidades elevadas y no es fácil afrontarlas.
¿Qué es una inspección de trabajo?
Una inspección de trabajo es una entidad administrativa vinculada al Ministerio de Empleo y Seguridad Social. El objetivo de esta es verificar que todo lo referente a la actividad empresarial de nuestro negocio se desarrolla correctamente. No solo correctamente, sino acorde a la legislación actual y sin infringir en irregularidades.
¿Quién puede sufrir una inspección de trabajo?
Según la legislación actual, puede ser susceptible de este tipo de inspección cualquier persona física o jurídica. Esta persona puede tener una naturaleza pública o privada. Es decir, cualquier empresario, autónomo, sociedad, asociación, etc.
Notificación de la inspección de trabajo
¿Eres de esos que piensan que una inspección de trabajo debe ser siempre avisada previamente por correo? Si es así, estás equivocado. Esto en absoluto es obligatorio e incluso es poco frecuente. La razón es simple, el efecto sorpresa a la hora de proceder a inspeccionar es fundamental. Esto garantiza a los inspectores que no se ocultará cuestiones problemáticas antes de su llegada. Incluso es habitual que los mismos no se identifiquen en un principio y hagan el papel de falsos clientes para ver la actuación real del negocio.
Por lo tanto nuestra recomendación es que siempre cumplas con tus deberes para evitar sorpresas desagradables.
¿Cuál es el mejor comportamiento ante una inspección de trabajo?
Este punto puede resultarte lógico, y realmente es así, pues no voy a contarte nada que no puedas deducir por tí mismo.
En primer lugar, es importante mostrarte colaborativo con el inspector. ¿Qué implica esto? Pues que no debes impedirle el acceso a tu local bajo ningún concepto, ya que esto se considera falta grave. Además deberás facilitarle toda la documentación que el mismo te exija, pues la excusa de no tenerlo a mano no te salvará de la sanción si se trata de algo irregular. A su vez, el entorpecimiento de esta labor debido a las dilaciones innecesarias también se sanciona. Por lo que no debes “hacerte el remolón”.
En cuanto a los trabajadores, no debes pedirles que abandonen el local ni tampoco que no respondan a las preguntas. Pues es habitual que el inspector los entreviste para corroborar si la información de sus contratos laborales es veraz.
Una vez que la inspección ha finalizado, el resultado de esta puede ser satisfactorio y que esté todo en orden. También puede darse el caso de que el inspector encuentre alguna irregularidad que deba ser subsanada. En ambos casos, es importante que revises el informe que te entregará el inspector. Esto tiene por finalidad la corrección de errores que puede haber en el mismo y que nos perjudiquen de manera innecesaria.
Ahora que sabes cómo funcionan las inspecciones de trabajo, tenemos que preguntarte, ¿todo está en orden en tu negocio?. Si no tienes claro qué es lo que más te conviene y los pasos que tienes que dar, contar con una asesoría puede ser la solución ideal. Desde Finutive damos este completo servicio de asesoría a un precio inmejorable, disponiendo de la mejor herramienta para tus finanzas, flujo de caja y bancos.