Una contabilidad rigurosa pasa por cumplir una serie de normas y reglas que se incluyen en los principios contables fundamentales que rigen nuestro país. Dichos principios representan las reglas que se siguen en el mundo de la contabilidad y están definidos por el PGC o Plan General Contable.
Los preceptos que ahí se enumeran armonizan las prácticas con las normas vigentes y respetan los formatos previstos. Asimismo, proporcionan información económica y financiera fiable.
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¿Qué es el Plan General Contable?
El PGC es el texto que regula la contabilidad de las sociedades españolas. El ICAC o Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas es un organismo autónomo y adscrito al Ministerio. Este se encarga de su elaboración y aprobación tras adaptarlo a los diferentes sectores de la actividad económica.
El PGC es el manual de referencia para los contables, ya que en él se resuelven las consultas puntuales.
El PGC nace en 1973 y ha sufrido dos importantes reformas: una en 1990, tras la entrada en el mercado común europeo, y la otra en 2008. En esta segunda se incorporaron normas con el objetivo de adecuar y armonizar la normativa europea contable, especialmente para las pymes.
Los inversores otorgan una gran importancia a la información contable antes de tomar decisiones de inversión. Por tanto, es importante conocer los principios en los que se basan las empresas para proporcionar dicha información que se presentará a los posibles inversores.
¿Cuáles son los 6 principios contables?
Los principios contables son de obligado cumplimiento para todas las empresas que presentan sus cuentas anuales según el PGC vigente en España. Son los siguientes:
1. Empresa en funcionamiento
La empresa elabora su balance en la hipótesis de una empresa en funcionamiento, es decir, elabora sus cuentas anuales partiendo de la base que seguirá con su actividad. Este principio contable permite calcular las amortizaciones en varios ejercicios.
No obstante, este principio se ve comprometido cuando la dirección de la empresa toma la decisión formal de cesar su actividad o un juez decide que hay que liquidarla.
Este valor es relevante para los inversores porque el valor de liquidación de una empresa suele diferir de su valor contable. Por eso, se introducen diferentes modificaciones para obtener el valor real (al alza o a la baja).
2. Devengo
Este principio implica que los gastos o ingresos están relacionados con el ejercicio fiscal al que pertenecen. La contabilidad requiere la transcripción de la información financiera a lo largo de un período concreto. Dicho de otro modo, cada transacción se registra en relación al ejercicio económico en el que tiene lugar y esto es independiente del momento del pago o del cobro.
Por ejemplo, puedes comprar un bien por valor de 5000 € en octubre de 2022, pero se pagará en febrero de 2023. La actividad formará parte de la contabilidad de 2022.
Este principio es muy importante porque una empresa con beneficios contables puede acabar en concurso de acreedores si los clientes no pagan sus deudas.
3. Uniformidad
La legislación contable permite utilizar criterios diferentes para contabilizar las transacciones. Y el principio de uniformidad exige que los criterios seleccionados no se puedan modificar. Es decir, se insta a realizar un análisis del impacto en el cambio de criterio contable en las cuentas anuales de la memoria.
4. Prudencia
Este principio exige que las transacciones económicas se deban contabilizar de forma prudente ante una posible incertidumbre. Esto implica que no se puedan contabilizar beneficios futuros hasta que el negocio no se perfeccione.
Del mismo modo, este principio indica que los riesgos deben contabilizarse en las cuentas anuales. Puede hacerse en la memoria o que se aprovisionen futuras pérdidas si se identifican riesgos que las puedan producir.
Este principio es uno de los más importantes, ya que no se deben transmitir incertidumbres en los registros contables. Siempre hay que reconocer un gasto que es probable que se realice y nunca se debe anticipar un ingreso futuro.
5. No compensación
A no ser que una norma lo exprese, no se puede compensar una partida de activo y de pasivo o de gastos e ingresos. Un pasivo y un crédito no se pueden fusionar, deben tratarse por separado.
Como consecuencia, la contabilidad refleja la realidad de una forma más extensa que si no existiese este principio de no compensación.
Sin embargo, hay 3 excepciones a esta regla de que los activos y los pasivos no se pueden compensar:
- Legal. Se ejerce en casos especiales como una reclamación recíproca.
- Voluntaria. Dos partes pueden compensar de manera voluntaria sus créditos bajo ciertas condiciones.
- Judicial. Bajo la supervisión de un juez es posible compensar ciertas deudas.
6. Importancia relativa
Todo elemento que afecte a las decisiones o al patrimonio de la empresa debe ser registrado. Sin embargo, se suaviza la aplicación de estos principios en algunos casos en los que no se produzca una alteración de la imagen fiel que debe dar la contabilidad de una empresa.
¿Qué sucede en caso de conflicto entre principios contables?
Ante esta situación, debe prevalecer el principio que mejor conduzca a que las cuentas expresen lo siguiente:
- Una imagen fiel del patrimonio.
- Resultados de la empresa.
- Situación financiera.
Sanciones si se incumplen los principios contables
Según la Ley General Tributaria en su artículo 200 se recogen los incumplimientos de obligaciones contables y registrales. La sanción es una multa pecuniaria fija de 150 €, salvo que sea de aplicación otra en función de los distintos incumplimientos.
Si se dificulta la comprobación de la situación tributaria del obligado, la sanción puede ascender hasta 6000 €. El no conservar la contabilidad tiene una sanción de un 1 % de la cifra de negocios del sujeto infractor con un mínimo de 600 €.
El retraso en la contabilidad de los libros y registros se sanciona con una multa de 300 €. Y el retraso en la obligación de llevar los Libros de Registro a través de la Sede Electrónica de la Administración Tributaria tiene una multa pecuniaria proporcional de un 0,5 % del importe de la factura objeto del registro con un mínimo trimestral de 300 € y un máximo de 6000.
Para evitar este tipo de sanciones y estar siempre al día con la Administración, ponte en contacto con nuestra gestoria online. Te ayudamos a garantizar el cumplimiento de los principios contables.