Un presupuesto es el documento informativo para un cliente en el que se recopilan todos los costes de un bien o servicio de forma anticipada.
Los presupuestos son algo muy recurrente en el mundo empresarial, sobre todo para los autónomos. Es muy probable que ya hayas tenido que hacer alguno y te hayan surgido ciertas dudas. Si nunca has tenido que redactar un presupuesto, puede que te preguntes cuál es la mejor forma de hacerlo. Pues bien, hoy en el Diccionario Finutive vamos a intentar abordar la situación por ambos frentes. Vamos a ver qué es exactamente un presupuesto y cuales son los puntos clave a tener en cuenta a la hora de redactarlo.
¿Qué es exactamente un presupuesto?
Cuando hablamos de presupuestar un producto o servicio (sobretodo servicios), estamos hablando de redactar un documento en el que vengan anticipados todos los costes de dicho bien o servicio. En muchas ocasiones los presupuestos se dan a clientes potenciales para que se hagan una idea de cuánto les va a costar lo que les ofrecemos.
¿Cuales son los puntos clave a tener en cuenta?
Como todo lo que se entrega a los clientes, tenemos que ser especialmente cuidadosos en la manera en la que lo presentamos. Recuerda que nuestra misión es que los clientes se queden con nosotros. Por lo tanto, si no les gusta lo que ven, es probable que no vuelvan. Con esto damos paso a los puntos clave que debemos tener en cuenta en un presupuesto.
Cuida la presentación
Como hemos establecido anteriormente, el presupuesto es algo que vas a entregar a tu cliente. Por consecuente, asegurate de que lo presentas de la mejor manera posible. Tiene que ser limpio y ordenado, fácil de seguir y entender.
Utiliza las palabras correctas
A la hora de redactar el presupuesto, ten en cuenta que no todos son expertos. Intenta escribir con términos adecuados al cliente en cuestión. Si no sabe mucho del sector en el que trabajas, intenta no utilizar tecnicismos demasiado complejos.
Intenta dar todas las aclaraciones pertinentes si algo no está demasiado claro. Y no te cortes al especificar y dar detalles. De este modo te aseguras de que el cliente sabe bien de qué le estás hablando.
¿Cuál es el precio que ofreces?
Aquí entramos en territorio complejo. El precio es el elemento del presupuesto en el que los clientes se van a fijar por encima de cualquier otra cosa. Por tanto, es importante que muestres bien cual es la relación entre el precio y los servicios que ofreces.
Algo bastante recurrente en los presupuestos de servicios es dirigir una cantidad de dinero para cubrir posibles imprevistos que puedan surgir por el camino.
El tiempo
Por último, intenta no tardar demasiado en redactar el presupuesto. Si tu cliente tiene prisa puede que otra empresa le entregue el presupuesto antes que tú. Esto implicaría la posible pérdida de dicho cliente.
Ten en cuenta que el presupuesto es solo en inicio de un proceso. Si el cliente queda satisfecho con la redacción del mismo, los siguientes pasos serán hacer un seguimiento de sus posibles dudas y modificarlo dentro de lo posible para intentar retener el cliente. A partir de ahí, si ambas partes están de acuerdo, llegará la gestión de clientes, pero eso es un tema para otro día.
Trabajar por cuenta propia y empezar una empresa no es fácil, por lo que si estás dando tus primeros pasos, contar con la ayuda de un asesor puede serte de gran ayuda. Deja que te ayudemos a establecer tu negocio y llevarlo a lo más alto de la mano de profesionales.
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