Volvemos una vez más a la parte laboral de nuestro Diccionario Finutive. En el artículo de hoy hablaremos de un tema curioso que es la pensión no contributiva. ¿Sabes de qué te estoy hablando? No es tan común como la contributiva, pero esta también afecta a un gran número de personas. A continuación trataremos sus aspectos más relevantes. Al igual que sus características y los requisitos que deberás cumplir si quieres disfrutar de una.
¿Qué es la pensión no contributiva?
Las pensiones no contributivas son una de las ramas de pensiones que existen actualmente en España. Estas, a diferencia que las contributivas, no tienen el requisito principal de la cotización mínima. Lo que significa esto es que no se requiere de ningún tipo de cotización mínima a la Seguridad Social para poder acceder a una de estas pensiones. Obviamente, las mismas tienen otro tipo de requisitos que sí deberás cumplir para optar a las mismas.
Añadir que este tipo de pensiones son relativamente nuevos en nuestro país, pues no llegan a cumplir los 30 años. Fueron introducidas en el año 1990 con la Ley 26/1990, de 20 de diciembre.
¿Cualquier persona puede optar a una pensión no contributiva?
Esta es una buena pregunta, y para dar lugar a su respuesta acudimos a lo que nos dice la Seguridad Social al respecto. “Las personas españolas y nacionales de otros países con residencia legal en España que, careciendo de recursos, acreditan un determinado grado de discapacidad (modalidad de invalidez) o bien son mayores de 65 años (modalidad de jubilación), aunque no hayan cotizado o lo hayan hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva.”.
¿En qué consiste la pensión no contributiva?
Esta pensión, aparte de la prestación dineraria que ya podemos imaginar, incluye otra serie de beneficios. Estos son la asistencia médico-farmacéutica gratuita y los servicios sociales complementarios.
¿Qué requisitos debes cumplir para acceder a una pensión no contributiva?
Hay varios que debes cumplir para cobrar este tipo de pensión, pero hay uno principal y fundamental. Este no puede ser otro que efectivamente carecer de ingresos suficientes para subsistir. La cifra general mínima de ingresos anuales está fijada en 5.164,6€. Podemos verlo de otra manera, se traducen en 430,38€ mensuales. Estas cifras están fijadas para personas que viven solas, en caso de una convivencia familiar, las mismas aumentan.
Por otro lado, para acceder a la pensión por jubilación deberemos tener más de 65 años y residir en territorio español. En cambio, si estamos optando a la pensión por invalidez cumpliremos lo siguiente. Aparte de residir en territorio español deberemos estar entre los 18 y 65 años y tener una discapacidad igual o superior al 65%.
Cuantía de la pensión no contributiva
Llegados a este punto y viendo que cumplimos los requisitos, nos preguntaremos de qué cantidad estamos hablando. Pues la cuantía entre la que oscila dicha pensión está comprendida entre los 1.291,15€ anuales de mínima hasta los 5.164,6€ anuales de máxima. Como vemos no es una cantidad demasiado elevada, pero lo cierto es que puede suponer una buena ayuda. Además teniendo en cuenta que está enfocada para personas que no han cotizado.
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