Es probable que el concepto de las amortizaciones lo hayas escuchado en distintas ocasiones tanto en el ámbito empresarial como en el particular. Pero ¿ sabes qué son, cómo funcionan o cómo afectan a los autónomos y a las pymes? Sigue leyendo, te lo contamos todo aquí.

¿Qué son las amortizaciones?

Las amortizaciones hacen referencia a la cuenta contable que asume la pérdida de valor de los activos, sin importar la causa. Esta puede ser por el uso o, simplemente, por la depreciación derivada del paso del tiempo.

En cualquier caso, es uno de esos cálculos imprescindibles que se han de realizar en cada ejercicio económico de un negocio. Es un concepto básico de fiscalidad y contabilidad que afecta tanto a los autónomos (vía IRPF) como a las empresas (vía Impuesto de Sociedades).

Tipos de amortizaciones

Las podemos diferenciar en función de su pérdida de valor (depreciación de los bienes) o según los métodos de amortización contable. Veamos cómo se clasifica a su vez cada una de ellas:

Pérdida de valor

Métodos de amortización contable

Tablas de amortizaciones

Según cuáles sean tu forma jurídica y tu régimen de tributación, tendrás que hacer caso de una tabla de amortización u otra. Veamos cómo funcionan las tablas de Hacienda.

Estimación directa simplificada

Aquí estás sujeto al régimen derivado del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), el cual se regula en la Ley 35/2006 del 28 de noviembre. ¿Cuándo se utiliza?

Estimación directa normal

Este es otro régimen por el que las personas físicas tributan sus rendimientos mediante el IRPF a través de su actividad empresarial en los siguientes casos:

Estimación objetiva o módulos

Es el régimen de tributación del IRPF que se rige al estimar el rendimiento del desarrollo empresarial del autónomo en base a unos parámetros. Se aplica a aquellos contribuyentes que formen parte del listado que publica de manera anual Hacienda.

Se establecen diferentes circunstancias por las que no se aplica este régimen. Por ejemplo, las actividades que superan unos rendimientos de 250.000 euros de forma anual. No obstante, hay algunas excepciones, como las actividades forestales, ganaderas y agrícolas. Esto mismo sucede cuando el volumen de compras de bienes y de servicios superen los 250.000 euros del año anterior.

Ejemplo de amortizaciones

Con este sencillo ejemplo vas a comprender mejor todo lo que estamos contando en este artículo. Imagínate que has comprado un vehículo que va a ser para el uso de tu actividad económica y que tiene un valor de compra de 25.000 euros. Este es el inmovilizado en términos del balance de situación.

Ahora bien, estimamos que la duración del vehículo, según la frecuencia de uso, es de unos 15 años. El cálculo a realizar si este activo se deprecia de manera continuada es el siguiente:

Por otro lado, has de saber que las amortizaciones se pueden deducir, siempre y cuando te ciñas a las tablas de amortización establecidas por Hacienda. Esto es algo que depende de tu tipo de contribución como sociedad o como autónomo, según indica el Plan General Contable.

En Finutive sabemos cómo actuar con las amortizaciones en cada caso. Por eso, si necesitas asesoramiento especializado, solo has de contactar con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.