Entre los gastos que tiene que pagar una empresa mes a mes, los destinados a los suministros energéticos suelen obviarse cuando realmente suponen un porcentaje alto en las facturas mensuales. Con unos simples hábitos de consumo es muy fácil ahorrar energía en una oficina, pudiendo así destinar el dinero que se ahorre en otras actividades de interés para la compañía. Sigue los consejos que te proponemos y ¡empieza a ahorrar en tu empresa!